Cuando era pequeña me dijeron : no se puede vivir del arte. Durante toda mi vida me han repetido una y otra vez esta misma frase, no se puede vivir del arte. Según estas palabras el Arte no es un trabajo digno, que merezca ser remunerado.  El arte, para quienes dicen esto, no tiene ningún valor, excepto tal vez un valor decorativo, en el que no merece la pena invertir mucho. El arte y los artistas no son nada serio, nada por lo que merezca la pena pagar demasiado, nada que aporte ningún valor fundamental a las personas y a la sociedad.

Toda mi vida he sido artista, y he apostado por el arte como un trabajo primordial, muy serio, con el que llevo comprometida de manera profesional más de 15 años. Mi propósito de vida, además de realizar mi trabajo de la mejor manera posible , es demostrar que estas palabras no son ciertas. Me niego a creer en ellas. Y por eso nunca he dejado de trabajar intensamente, con todo el corazón, ni he dejado de investigar con los lenguajes plásticos y poéticos. A veces con mejores y otras con peores resultados. Pero mi trayectoria es la de una artista en constante movimiento, que siempre intenta ir más allá de sí misma. Y sobre todo la de una artista que ama profundamente su trabajo, y que siempre ha estado dispuesta a enfrentar cualquier desafío por seguir a su corazón. Creo firmemente en la capacidad del arte para aportar valores fundamentales que pueden transformar las sociedades, que pueden crear personas más conscientes, más empáticas y más valiosas. Creo en la capacidad del arte para transmitir valores esenciales de belleza, libertad y respeto. Creo en la capacidad del arte para contribuir desde la creatividad a la evolución de las sociedades, haciéndolas más conscientes.

Mi propuesta creativa se desarrolla a partir de la pintura y de la escritura poética. Pero sobre todo es un viaje  de autodescubrimiento y  plasmación de emociones e ideas en la obra, para establecer una comunicación íntima con el otro que destruya los límites y restaure la unidad. Hasta ahora he conseguido sobrepasar todos los desafíos a los que me ha enfrentado la vida, sin dejar nunca de lado esta vocación de mi alma.

Me encantaría que me apoyaras en este camino. Que colaboraras conmigo para poder continuar en la realización de este propósito de vida. Que te convirtieras en mi mecenas.

A cambio de tu aportación, yo te entregaré un regalo. Me encantaría compartir  mi trabajo contigo, y que disfrutes de una obra de arte especial. Además te mantendré informad@  sobre mis actividades artísticas,  sobre las novedades en mi web y sobre todos los productos de mi tienda. Tendrás un 5% de descuento permanente* en todas tus compras dentro de la tienda webstore, y ocasionalmente recibirás bonos especiales con interesantes descuentos.

Si te interesa mi propuesta artística y quieres colaborar con una aportación para que pueda seguir realizándola, esta es una opción. En esta página puedes elegir la recompensa que más te guste, estas obras no están a la venta, ya que pertenecen a mi colección personal de rarezas, y ahora las pongo a disposición exclusiva de mis mecenas.

Para saber qué tienes que hacer para ser micromecenas, o si quieres obtener más información sobre esta posibilidad, puedes hacerlo en la página Cómo ser Micro mecenas.

¡Muchas muchas gracias!

 

   

**El descuento permanente del 5% se aplicará a lo largo de los 12 meses posteriores a la aportación.